Cocinas industriales
Las cocinas industriales están diseñadas para facilitar el trabajo en cualquier negocio de hostelería que se precie. En dichos establecimientos, es necesario optimizar los recursos para conseguir los mejores resultados por lo que será importante, antes de decidirnos por una cocina u otra, valorar los tiempos de preparación de los alimentos y el consumo energético a la hora de preparar los mismos. Por supuesto es importantísimo también pensar en la higiene, de ahí que casi siempre que hablamos de cocinas industriales, éstas son de acero inoxidable, un material de fácil mantenimiento y limpieza.
Una serie de características a valorar, que según nuestro negocio y necesidades si sabemos elegir bien, nos harán llegar a la excelencia. Conviene recordar que en las cocinas es donde se cuece todo.

Cocinas industriales a gas:
A rasgos generales, son cocinas cuya capacidad de generar calor es mayor que las eléctricas, lo cual implica poder cocinar más cantidad de comida en menor tiempo. Además, la energía también es mucho más barata.
La desventaja viene respecto a la limpieza, que es más complicada, ya que para realizarla de manera adecuada y retirar bien la grasa, hay que sacar los quemadores y limpiarlos uno a uno.
Estas cocinas se alimentan con gas propano, butano o gas natural.
Cocinas industriales eléctricas:
Al contrario de las cocinas de gas, las eléctricas son de fácil mantenimiento y limpieza, aunque por contra, tardan más en cocinar y su consumo energético es mayor.
¿Puedo poner una cocina industrial en mi vivienda?
Quizás te preguntas si tiene sentido instalar cocinas industriales para casa. Por un lado hay que ver si es el diseño el que nos hace pensar que es una cocina industrial o si realmente lo es. Hoy en día hay imitaciones para uso doméstico dignas de ser comparadas a las de restaurantes con estrellas Michelín.
En el caso de que quieras instalar una cocina industrial en tu hogar, lo verdaderamente importante es comprobar que la potencia de tu casa está preparada para la máquina que vas a adquirir (una de 4 fuegos por ejemplo, tiene una potencia de entre 20 y 38Kw), porque quizás debas contratar una subida de la misma.
¿Qué más necesitamos cuando hablamos de cocinas industriales para restaurantes?
Si nos enfocamos en el sector de la hostelería, por cocina industrial no sólo nos referimos a la zona de cocción, sino a todo el diseño o espacio dedicado a la recepción, conservación y preparación de los alimentos. Por tanto tendremos que hablar de cómo organizar y disponer de cada elemento para diferenciar las distintas zonas de trabajo.
Lo lógico sería delimitar bien los espacios para que unos no interfieran en los otros y así el rendimiento de los trabajadores sea el más óptimo, teniendo en cuenta siempre el número de metros cuadrados del que disponemos y por supuesto, nuestro tipo de negocio.
Podemos dividir una cocina industrial en las siguientes partes:
- El espacio destinado a la recepción y control de la mercancía donde se clasifica la comida para su posterior preparación.
- Cámaras y almacenaje: es el lugar donde se guardan todas las existencias, ya sea en frío o a modo de despensa.
- Zona fría: la parte de la cocina reservada a la preparación de alimentos que no necesitan ser cocinados, como ensaladas, algunos postres, etc.
- Zona caliente: el espacio que se utiliza para la cocción de los alimentos.
- Pase y entrega: es el lugar reservado a dar el “último toque” al plato, una mesa o barra que se sitúa cerca de los camareros de tal forma, que tengan acceso a éstos para poder servir con celeridad a los comensales.
- Plonge: donde se guardan los artilugios de limpieza de la cocina.